WORK
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Partiendo de los valores y experiencia en implementación de proyectos en Barcelona y en todo el mundo, partimos de la escucha activa, la adaptabilidad, el consenso, y la co-construcción de iniciativas alineadas con los entornos y grupos. Consideramos imprescindible la colaboración con organizaciones locales para conseguir objetivos comunes. Trabajamos los siguientes ámbitos:
Partiendo de los valores y experiencia en implementación de proyectos en Barcelona y en todo el mundo, partimos de la escucha activa, la adaptabilidad, el consenso, y la co-construcción de iniciativas alineadas con los entornos y grupos. Consideramos imprescindible la colaboración con organizaciones locales para conseguir objetivos comunes. Trabajamos los siguientes ámbitos:


EL SALADO
MONTES DE MARÍA | COLOMBIA
2017
Actualmente, el Salado se encuentra en fase de reconstrucción y reactivación tanto económica como social. En el año 2000, vivieron una devastadora masacre que obligó a la comunidad a abandonar el espacio. Desde el año 2002, gracias al trabajo de la propia comunidad así como el de fundaciones y organizaciones se siguen reconstruyendo y fomentando iniciativas de mejora a todos los niveles.
Las comunicaciones con Aeotú-Fundación Carulla, iniciadas meses antes y coordinados con nuestro partner local en Colombia, Divergente Fundación ponían acento en la necesidad de realizar una intervención en una de sus escuelas, situada en este correjimiento de El Salado.
Tras conversar con miembros diversos de la comunidad, coordinados con el centro educativo de educación infantil de la localidad, nos compartieron una de sus intenciones: plantar flores alrededor de la cancha del pueblo, con el objetivo de honrar a las víctimas de la masacre. Este lugar carga gran significado puesto que fue uno de los espacios clave donde sucedió esta tragedia hace casi dos décadas.


Inspirados por esta idea, validamos su ejecución con el máximo número de agentes, junto con las propuestas de las personas asistentes a la reunión de Design Thinking y las opiniones de los vecinos. Se concluyó con un diseño lleno de colores, que simbolizara la paz y que a la vez fuera un homenaje a todas las personas afectadas. En él, las flores típicas de la zona (orquídea “salaera”, abanico, margarita, flor de cañahuate) y la naturaleza que da trabajo a centenares de personas en el pueblo (la hoja del tabaco) abrazan el símbolo de la paz.
Después de habilitar y limpiar la cancha con los/as vecinos/as, toda la comunidad, desde los/as más pequeños/as hasta los/as más adultos, estaban invitados/as a pintar los centenares de metros cuadrados de la cancha, que servían de lienzo. Tal y como nos confesaron, esta acción ha permitido resignificar colectivamente ese espacio, aportándole color y arte participativo; un gesto de memoria, una proyección a un futuro co- construido, sobretodo con los más jóvenes.
“Lo curioso y lo bonito de esto es que muchos fueron niños, los cuales no vivieron esta barbarie. Es como mostrarle y darle un ejemplo a papás y familias de que pasó lo que pasó. No lo podemos olvidar pero si que podemos salir adelante a partir de este nuevo ciclo, de estas nuevas vidas. Y quien mejor que ellos que agarrar esa pintura, esas brochas y dar ese nuevo inicio”
Pedro Reyes, profesor de El Salado









